miércoles, 10 de marzo de 2010

CONFESIONES DE UN DIA NEGRO

Estoy harto de los sonidos, de las voces y de aquellos que se creen graciosos; harto de las pendejadas, de sus estupidos comentarios, de los gritos estridentes; del rechinar de las sillas y mesas, estoy harto, completamente harto.

Desearía que a quien amo me prestase atención, puesto que hoy estoy débil, y no físicamente sino emocionalmente. A quien amo, no he podido expresarle mi amor, por que estoy confundido.

¡Tengo ganas de gritar y derramar mis lágrimas! Pero no puedo. Mi mente es un torbellino de ideas y no puedo armar mi propio camino, no he podido enfocarme en lo que quiero, y temo no poder hacerlo. Temo que mi sueño se destruya y aunque suene ridículo eso me bloquea en todos los sentidos y eso me esta intentando destruir.

¿Cómo detener esta terrible opresión que siento en el corazón? ¿Olvidar será la mejor solución o simplemente tendré que confrontarlo? ¿Y si lo confronto como he de hacerlo? ¿Lo confesare todo o nada?

¿Será que con un beso lo solucione todo…?

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