sábado, 6 de marzo de 2010

Monte Del Olvido..


No lamento haberte conocido porque creo que no sería justo ni verdadero decirlo, porque me trajiste mas felicidad que dolor, porque creo que aquellos que lo dicen saben que mienten, pues no hay nada mas hermoso que amar a una mujer.
No lamento haberte conocido porque, aun en este día, te respto. Porque puedo confesarte que parte de mi todavía te ama y el resto te extraña.
No lamento haberte conocido porque recuerdo la primera vez que dormimos juntos, bueno… en la misma cama. Porque recuerdo la primera canción que compartimos… y la última.
No lamento haberte conocido porque recuerdo la primera vez que te abracé y aquella extraña y poderosa sensación que recorrió mi cuerpo y dibujo una sonrisa en mis labios.
No lamento haberte conocido porque recuerdo la primera vez que te besé. Recuerdo exactamente mis movimientos y el sabor de tu boca aquel día. Recuerdo e lugar, la hora y el olor de tu piel. Porque el hecho de evocar ese recuerdo me hace sentir mejor.
No lamento haberte conocido porque recuerdo la primera vez que salimos, recuerdo que tome tu mano y todo parecía perfecto.
No lamento haberte conocido porque te conocí en muchas facetas, porque te conocí de buenas y de mala, arreglada y recién levantada, y siempre te amé igual.
No lamento haberte conocido porque recuerdo tu voz, recuerdo tus palabras y la oigo en mi mente cuando más te extraño.
No lamento haberte conocido porque recuerdo tu sonrisa, tan perfecta, tan tuya tan especial. Porque amé tu sonrisa por encima de cualquier otra cosa en el mundo.
Lamento el día de hoy que decidí olvidarte. No se si por ti o por mi. Creo que lo lamento mas por ti, porque es probable que sufras, aunque tu sufrimiento tal vez me duela más a mi que a ti.
Lamento el día de hoy que decidí olvidarte porque con el olvido llega la peor de las tristezas, porque se que el día de hoy comienza mi condena.
Lamento el día de hoy que decidí olvidarte porque con el olvido reconozco mi derrota o, en mejores palabras, nuestra derrota. Reconozco que nuestros sueños sucumbieron.
Lamento el día de hoy que decidí olvidarte porque obtenerte era mi última y única meta. Porque el día de hoy mi vida pierde, de nuevo, sentido y razón.
Lamento el día de hoy que decidí olvidarte porque tu eras lo único que me quedaba de una vida pasada.
Lamento el día de hoy que decidí olvidarte porque es a partir de este momento cuando realmente será difícil olvidarte.
Lamento el día de hoy que decidí olvidarte porque ya no podré decirte cuanto te amo, porque tendré que volver a vivir mi amor silenciosamente, calladamente, secretamente. Como una sombra inexistente bajo tu sol.
Lamento el día de hoy que decidí olvidarte porque mi mente tiene aún mucho que pensarte, mis labios tanto que decirte y mi pluma tanto que escribirte.
Sobretodo, lamento el día de hoy que decidí olvidarte porque, habiendo sido tu mi mayor satisfacción, mi mayor gloria, mi diosa e inspiración, me confesaste que yo fui un error que jamás volverías a cometer…

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